¿Specialty coffee o café de Comercio Justo?
(Spoiler: en tu taza pueden convivir los dos)
¿Qué hace que un café de especialidad lo sea? ¿Qué se tiene en cuenta para clasificarlo como tal? En este artículo te lo contamos, y también te contamos por qué para nosotras el café más especial es siempre el de Comercio Justo.
En los últimos años, la moda de los specialty coffees no para de crecer. La proliferación de cafeterías especializadas, baristas expertos y consumidores cada vez más exigentes está configurando una especie de cultura del café de especialidad, donde el café es valorado como un producto gourmet, con el mismo nivel de atención que el vino o la cerveza artesanal.
Cafés con notas florales o frutales, con tuestes cuidados, de orígenes cada vez más exóticos...
Baristas que hablan de acidez brillante o cuerpo aterciopelado como si estuvieran describiendo una obra de arte...
El café de especialidad busca precisamente eso: que cada taza sea una experiencia sensorial única y permita explorar y descubrir diversos perfiles de sabor, variedades y orígenes cafeteros distintos.
Pero… ¿y si te decimos que los cafés de Comercio Justo también tienen mucho de especial y además algo que no se puede puntuar en una cata como la justicia social y el respeto por la tierra?
Qué tiene que tener un specialty coffee. Criterios de certificación
El término "specialty coffee" hace referencia a una certificación específica concedida por la Specialty Coffee Association (SCA)
La SCA es una organización internacional sin ánimo de lucro que reúne a productores, tostadores, baristas y profesionales de toda la cadena del café. Fija los estándares del café de especialidad y certifica su calidad a través de catas profesionales.
Si una marca quiere que su café sea oficialmente reconocido por la SCA, debe asumir un coste para la evaluación y certificación. La etiqueta "specialty coffee" no solo refleja calidad, sino también capacidad de inversión económica.
La SCA clasifica como “especialidad” a los cafés que superan los 80 puntos en una cata profesional.En estas catas se evalúan de forma exhaustiva distintas características sensoriales del café: el aroma, la acidez, el dulzor, el cuerpo, la limpieza en taza…
En base a estos criterios, un café puede calificarse como:
- “exquisito” (90-100 puntos),
- “excelente” (85-89)
- “muy bueno” (81-84)
En esta puntuación no entran en consideración las prácticas de cultivo (si es o no es sostenible, si son cultivos en sombra, si protegen la biodiversidad de la zona…). Tampoco las práctivas laborales.
En definitiva: a un café de especialidad no se le exige proceder de cultivos orgánicos o garantizar salarios dignos para quienes lo cultivan. Los cafés de especialidad pueden ser también de Comercio Justo y ecológicos, pero estos valores los reconocen y corroboran certificaciones adicionales, como las certificaciones de Comercio Justo o el sello de agricultura ecológica.
El valor especial del café de Comercio Justo
En SETEM tenemos claro que un buen café es mucho más que sabor, aroma o experiencia en taza.
Un buen café es el que cuenta las historias poderosas y transformadoras de las comunidades que lo cultivan (como los cafés Tierra Madre, cultivados por mujeres dueñas de sus vidas)
Los cafés de Comercio Justo añaden esa dimensión invisible pero tan necesaria al momento de disfrutarlo: garantizan que lo que saboreas no solo es de calidad, sino también fruto de un comercio más humano y respetuoso con la tierra.

La mayoría de los cafés de Comercio Justo provienen de variedades cuidadas, cultivadas en altura y con procesos que garantizan un gran sabor y excelente calidad.
De hecho, no es raro encontrar cafés certificados de Comercio Justo que también alcanzan puntuaciones de especialidad en las catas SCA. ¡En la tienda SETEM tenemos este delicioso café de especialidad de Perú, Puntuación SCA 82 procedente de la Cooperativa Laguna de los Cóndores!.
Se cultivan sin pesticidas ni químicos dañinos, cuidando la tierra que los hace posibles y protegiendo la biodiversidad local. Por eso encontrarás que la mayoría de cafés de Comercio Justo cuentan con certificación ecológica.
Los productores reciben un pago digno y estable, con primas adicionales que se reinvierten en salud, educación, desarrollo comunitario...
Es decir, hablamos de cafés que pueden ser tan ricos en la taza como un specialty, pero con un plus: aseguran un impacto positivo en la vida de quienes los cultivan y en el territorio en el que crecen.
Que lo “cool” sea también respetar los Derechos Humanos y el planeta
Parece un hecho que la sofisticación del mundo del café ha llegado para quedarse. La gente disfruta diferenciando aromas y matices, probando nuevos orígenes, descubriendo variedades…e incluso está dispuesta a pagar más para vivir una experiencia cafetera completa.
En este contexto, nuestro reto es ir un paso más allá: hacer que la idea de disfrutar de un café delicioso sea inseparable de garantizar los Derechos Humanos de quienes lo cultivan y el cuidado de la tierra y sus procesos naturales.
En nuestra tienda de Comercio Justo lo tenemos claro: los cafés verdaderamente especiales no solo brillan en la taza, sino también en cada historia, en cada familia y en cada parcela de tierra que los hace posibles.
¡A ver si ponemos de moda que garantizar los Derechos Humanos y el cuidado de la tierra sea imprescindible para hablar de un "buen café"!