Corr The Jute Works: más de 40 años mejorando la vida de las mujeres en Bangladesh

Mujeres artesanas de la organización de Comercio Justo Corr The Jute Works, en Bangladesh

Uno de los productos que más suelen encandilar de nuestra tienda de Comercio Justo son las cestas de fibras naturales: grandes, pequeñas, con o sin tapa, de color natural o de colores vivos…  Son un recurso perfecto para llenarlas de chocolates, galletas, especias exóticas o productos de cosmética natural con los que hacer un vistoso y práctico regalo o, simplemente, para darle un toque original a un rincón de tu casa.

Las bolsas y cestas de yute son uno de los productos más emblemáticos de una organización de Comercio Justo que lleva más de cuarenta años mejorando la vida de las mujeres más desfavorecidas de Bangladesh: CORR The Jute Works.

Pequeño inciso. Vale, pero…¿qué es el yute?

Conocido como la 'fibra dorada', el yute es una de las fibras naturales más largas y más usadas para distintas aplicaciones  textiles en muchos países asiáticos. Se extrae de la corteza de una planta tropical, el yute blanco (Corchorus capsularis).

Trabajadores descargando de una barca balas de fibra de yute en Bangladesh

Es  una fibra 100% biodegradable y reciclable, por lo que se trata de una fibra textil completamente respetuosa con el medio ambiente. ¡Cada hectárea de plantas de yute consume unas 15 toneladas de dióxido de carbono y libera hasta 11 de oxígeno!.

Bangladesh es el segundo país productor de yute, después de India, y el principal país exportador.

Ahora que conoces un poco mejor la materia prima que está en la raíz de esta organización de Comercio Justo, ¿quieres conocer la labor de Corr The Jute Works y a sus protagonistas?

“Un sueño hecho realidad”

Haricha Begum aprendió a trabajar el yute ayudando a su suegra, que vendía sus productos en los mercados locales. Haricha se había casado a los doce años con un jornalero sin tierras cuyo salario apenas llegaba para mantener a su familia. Cuando dominó la técnica de fabricar artesanía de yute, Haricha pudo empezar a vender los artículos que fabricaba a través de Garalia Khudra Pushpa Mahila Samity, una de las cooperativas vinculadas a CORR The Jute.

Gracias a los ingresos que percibe Haricha, su familia ha podido ahorrar para adquirir un terreno y construir una vivienda de cuatro habitaciones. Antes de eso, vivían en una diminuta construcción que habían levantado en una pequeña parcela que poseía su suegra.Haricha Begum, productora de Corr The Jute Works, en Bangladesh

Además, su trabajo permitirá que su hija y su hijo menor puedan seguir estudiando, a diferencia del hijo mayor, que conduce rickshaws en la upazila (localidad) de Kaliganj.

“No pude enviar a mi hijo mayor a la escuela a partir de octavo grado -recuerda-. Necesitábamos que consiguiera trabajo y ganara dinero”.

Formar parte de esta red de solidaridad es para Haricha “un sueño hecho realidad”. “Todas mis penas se han ido y mis esperanzas se han materializado”, añade. La artesana pone de relieve, además, que trabajar en una cooperativa permite a las mujeres del mundo rural tener una voz común con la que luchar con más fuerza contra las injusticias que sufren.

300 cooperativas formadas por miles de mujeres

Haricha es una de las más de 5.000 mujeres que conforman las 300 cooperativas de Bangladesh con las que trabaja CORR The Jute Works, que fue fundada en 1973 por Cáritas Alemania y se constituyó como entidad independiente en 1981. Desde entonces apoya a las mujeres que viven en slums (barrios empobrecidos) y en zonas rurales, a las mujeres refugiadas, discapacitadas, indígenas o que se encuentran en cualquier otra situación precaria,y las ayuda a ser independientes económicamente.

Artesana trabajando en la elaboración de cestas de yute. Corr The Jute Works. Bangladesh

Cada cooperativa funciona de manera autónoma y tiene una presidenta y una secretaria, elegidas por las socias, que coordinan el trabajo y actúan como enlaces con CORR The Yute. Todas las trabajadoras se reúnen una vez al mes para repartir el trabajo en función de los pedidos que tienen y de las necesidades de cada una de ellas.

La mayoría de las mujeres que se integran en las cooperativas de artesanas aprenden a escribir y parte de los ingresos que reciben se destinan al desarrollo de recursos educativos y sanitarios. También cuentan con un programa de préstamos para las trabajadoras, que se financia con los beneficios obtenidos a final de año.

Corr The Jute significa “trabajos de yute” en bengalí, pero las artesanas trabajan también con otros materiales y, además de cestas, fabrican tarjetas de papel artesanal, velas, juguetes, utensilios de cocina, bolsos y piezas de terracota como algunos de los originales nacimientos artesanales que tenemos en nuestra tienda de Comercio Justo, entre otras cosas.

Formación, asesoramiento, empoderamiento y cuidado del medio ambiente

Artesanas de Corr The Jute (Bangladesh) en un taller de formación

Desde su sede central en Dakha, la capital de Bangladesh, CORR The Jute Works facilita el acceso al mercado de los productos de las cooperativas y proporciona a las artesanas asesoramiento y formación. El empoderamiento de las mujeres a través de la toma de conciencia y la defensa de sus derechos es, como señala Milton Suranjit Ratna, responsable de Comercio Justo de CORR, el eje sobre el que trabajan.

Pero el respeto por el medio ambiente es también fundamental para la organización. “Todos los productos son naturales, biodegradables y respetuosos con el medio ambiente”, precisa Milton. En esta línea, la organización promueve la conciencia ecológica entre las integrantes de las cooperativas a través de distintas iniciativas y campañas, como repartir plantones de árboles entre las mujeres de las áreas rurales.

Los orígenes de CORR The Jute

CORR The Jute Works forma parte de la Organización Mundial del Comercio Justo y fue una de las pioneras en introducir este modelo en Bangladesh. Su origen se remonta a principios de la década de 1970, cuando, tras la guerra de independencia del país, Cáritas puso en marcha un programa de ayuda destinado a las viudas de guerra y las mujeres del mundo rural.

Mujeres de la organización Corr The Jute sonriendo

Una empresa de diseño neoyorquina, Lesley& Co, se ofreció a echar una mano asesorando a las artesanas y envió al país en enero de 1973 a una joven diseñadora, quien se unió a las dos monjas católicas que dirigían en Dakha un centro de formación para artesanas que tenía como objetivo que estas pudieran obtener ingresos extra vendiendo los productos que fabricaban en los mercados locales.

A partir de este primer proyecto, Cáritas diseñó un programa para favorecer la creación de cooperativas de artesanía destinado a mujeres, que permitió a estas organizarse de forma más eficaz, al tiempo que se hacía con una licencia de exportación. Así nació CORR The Jute Works el 2 de septiembre de 1973. Durante los primeros meses su sede fue un garaje vacío que pertenecía a Oxfam, que también ayudó a CORR a ir abriéndose paso en el mercado europeo a través de sus tiendas en el Reino Unido.

Poco a poco, y con la ayuda de otras organizaciones internacionales, como International Rescue Commitee, CORR fue creciendo y su nicho de mercado se fue expandiendo gracias a las redes de Comercio Justo y a consumidores y consumidoras como tú Hasta hoy, cuando miles de mujeres son capaces de tomar las riendas y mejorar su vida, la de sus familias y la de su comunidad.

Algunos productos  de la organización de  Comercio Justo Corr The Jute Works disponibles en SETEM

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