¿Cuál es tu café? ¡Vayamos al grano!
Si eres una entre los millones de personas que no sabría empezar el día sin un café entre las manos, seguro que tienes claro si lo prefieres “solo” o “con leche”, americano o expresso, corto o largo de café…
Pero igual nunca has pensado que la clave de la elección de un buen café comienza con conocer el tipo de grano y el tipo de tueste.
¿Eres de café arábica o más de robusta?
¿Sueles elegir tueste natural o tiras más hacia un café mezcla con torrefacto?
Compartimos contigo las claves para contestar mejor a estas preguntas.
¿Café Arábica o Robusta? Juguemos a las 7 diferencias
Aunque hay más de 50 variedades de plantas del café, Arábica y Robusta son las dos que se cultivan principalmente en todo el mundo y dan lugar a cafés bien diferentes.
Arábica. Café de altura y más delicado
- Procede de la planta Coffea Arabica descubierta en Abisinia (actual Etiopía) a mediados del siglo XVIII
- Crece a bastante altitud: los mejores granos arábica se cultivan a más de 1.600 metros
- El grano es ovalado, de un verde intenso y con un surco central desigual
- Es una planta delicada muy sensible al calor, a la humedad extrema y a las plagas: requiere muchos cuidados y atención.
- Contiene entre el 0,9 y el 1,7% de cafeína.
- Supone entorno al 70% de la producción mundial
- Se cultiva en toda Latino América, África central, India e Indonesia
Si buscas un café aromático, suave, con gran riqueza de aromas y notas frutales y florales... ¡el arábica es tu café!
Robusta. Más cafeína y “todoterreno”
- Procede de la planta Coffea Caneophora descubierta en el siglo XIX en Zaire.
- Se puede cultivar a menor altura: normalmente crece entre 200 y 800 metros
- Variedad más resistente al calor, enfermedades e insectos por lo que es más fácil de cultivar que el arábica
- El grano es redondeado, de un verde más apagado y con un surco central recto.
- Tiene más cafeína (entre un 2 y un 4,5%), lo que le da ese punto extra de amargor.
- Supone entorno al 30% de la producción mundial
- Se cultiva en África Occidental y Central, sudeste de Asia y Brasil.
Si prefieres un café más intenso y amargo con matices de frutos secos y madera... ¡los cafés robusta son los tuyos!
¿Natural o torrefacto? El café según su tipo de tueste
El tostado es una de las claves para un buen café: es determinante para el aroma, la acidez, el amargor... y para conservar los matices de origen del grano o resaltar matices nuevos.
Este tostado se puede hacer de forma industrial, siguiendo un proceso “express” sin tener en cuenta las particularidades de tipo de café, o de manera artesanal, siguiendo un proceso personalizado de más duración y adaptado a medida para cada café.
En el tueste natural entra en juego la calidad del grano, la frescura del café, el grado de tostado, la temperatura, las posibles mezclas de café (orígenes y variedades)… pero ningún ingrediente más.
Si por el contrario elegimos un tueste torrefacto estaremos optando por un café en cuya fase de tostado se ha añadido azúcar: este azúcar con las altas temperaturas se quema y recubre el grano con una película brillante y negra que hace que el café sea especialmente amargo, pierda matices, aroma y sabor y, además, no sea del todo saludable.
Los cafés que conocemos como "mezcla" son los que combinan tueste natural y torrefacto en distintas proporciones.
Aunque algunos consideren que un buen café cuanto más fuerte y negro sea, mejor..., quizás lo que no sepan es que el fuerte amargor y color tan negro de un café torrefacto no son características propias del café, sino los del azúcar quemado.
Ahora que ya sabes cómo diferenciar un café por su tipo de grano y de tueste, queda tan solo un paso más: elegir café de Comercio Justo.
Cafés de Comercio Justo: calidad, sostenibilidad y justicia social
Los cafés de Comercio Justo de SETEM están hechos con excelentes granos de café de la máxima calidad, tostados de manera personalizada, controlando de manera minuciosa el tiempo y la temperatura en función de las características del origen y tipo de grano.
No solo saben a café del bueno, también taza a taza contribuimos al empoderamiento de las mujeres, la educación de las siguientes generaciones, el cuidado del planeta...¡y mucho más!
Así que ya sabes: aunque en la variedad está el gusto...¡elegir café del bueno es elegir café de Comercio Justo!