Cacao de Comercio Justo. ¡Que a nadie le amargue un dulce!

Detalle de una tableta de chocolate negro

Cuesta creer que detrás de productos como los bombones o el chocolate, que nos endulzan la vida, que disfrutamos en momentos de reencuentro y de celebración, que no suelen faltar cuando queremos poner un buen broche a una comida o una fiesta… se esconda una realidad difícil y amarga.

Pero lamentablemente es así.

Y queremos contártelo porque estamos seguras de que cuando la conozcas mirarás al chocolate de otra forma. Y no lo harás con agobio ni culpabilidad, porque también vamos a contarte que existen alternativas al chocolate industrial, ese chocolate que se fabrica sin respetar a las personas que lo cultivan y sin cuidar del medioambiente.

Viaje a los tropicales orígenes del chocolate. África en la raíz.

Cuando vemos productos en las estanterías de cualquier tienda o supermercado, pocas veces pensamos en el camino que han recorrido hasta llegar ahí. En el caso del cacao y todas sus posibles variedades (tabletas de chocolate, bombones, turrones, cacao a la taza o instantáneo…), tenemos que partir de una idea muy clara: el viaje ha sido largo.

El cacaotero es una planta que para crecer necesita calor (entre 21 y 32ºC), humedad (precipitaciones anuales de entre 1150 y 2500 mm), suelos ricos en materia orgánica y protección del viento y del sol.  

Por eso lo más seguro es que no te suene haber visto nunca un cacaotero por estas latitudes: el cacao crece en regiones intertropicales…

Así que puede que la primera vez que veas cómo es el fruto del cacao, sea en esta foto:

Fruto del árbol del cacao

Por otra  parte, los pequeños productores que lo cultivan, en condiciones especialmente difíciles y con salarios miserables, rara vez pueden imaginar para qué se utiliza ese fruto tan preciado, pero por el que reciben tan poco a cambio, y muy pocas veces han visto una tableta de chocolate o un bombón:

“Sé que proporcionamos a los blancos los granos de cacao, pero no sé cómo se los comen”.

Estas son las palabras de uno de los agricultores entrevistados en el documental ‘Chocolate amargo’, de la serie documental Rotten, que ahonda en los problemas relacionados con la cadena de suministro de distintos alimentos y en sus impactos ambientales y sociales.

¿Curioso, verdad?

Cerca del 80% de todo el cacao que se cultiva en el mundo es africano: Costa de Marfil y Ghana son los principales países productores. Solo en ellos se cultiva el 60% del cacao mundial. Les siguen Nigeria, Camerún e Indonesia (según datos del Cocoa Barometer 2020). 

Pero son Europa y EEUU quienes consumen las dos terceras partes de todo el cacao producido en el mundo (como verás en el siguiente gráfico, en África apenas se consume).

El chocolate se cultiva en el Sur, y lo consumimos en el Norte. De todo lo que pasa entre medias, pocas veces se habla.

Gráfica de la producción y consumo de cacao en el mundo

 

Se estima que entre cinco y seis millones de personas cultivan más del 90% del cacao mundial, y son cerca de 50 millones de personas las que tienen en el cacao su principal medio de sustento.

Pero no pienses que el cacao se cultiva en grandes latifundios o en campos extensísimos: casi el 100% de las granjas son pequeñas plantaciones familiares de no más de cinco hectáreas, de las que depende la subsistencia de numerosas familias agricultoras en el mundo.

Vulneración de derechos en el cultivo del cacao.

Aunque el cacao es una fuente importante de empleo e ingresos para la población rural, y su industria genera beneficios millonarios a las grandes multinacionales del sector, la mayor parte de quienes lo cultivan viven en situación de pobreza y soportan unas condiciones laborales muy duras.

Como señala la Coordinadora Estatal de Comercio Justo:

"la mayoría de las personas que se dedican al cultivo del cacao y sus familias viven hoy con menos de 1,90 dólares al día, y reciben menos del 6% del valor generado por el cacao"

Niño trabajando en cacaoEsto conlleva el uso generalizado de mano de obra infantil, una lacra intolerable que es necesario erradicar.

(Aprovechamos para señalar que la Organización Internacional del Trabajo ha declarado 2021 el Año Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil con el fin de promover medidas legislativas prácticas para erradicar el trabajo infantil en todo el mundo)

En África occidental se estima que 1,8 millones de niños y niñas participan en la cosecha del cacao y  más de 12.000 lo hacen en condiciones de esclavitud, sometidos a abusos y tráfico de menores, según la OIT (Organización Internacional del Trabajo), .

El último informe del ICI (International Cocoa Initiative) señala que la mayor parte del millón y medio de niños y niñas que se estima trabajan en el cacao en Ghana y Costa de Marfil están expuestos a diversas formas de trabajo peligroso, como trabajar con herramientas como machetes o con pesticidas.

 Productora de cacao africana sosteniendo frutos

Otro asunto relevante: como sucede con el café y con otras muchas materias primas son las mujeres quienes hacen gran parte del trabajo en el cultivo y cosecha de cacao.

Pero no son ni reconocidas ni remuneradas como los hombres, no tienen las mismas oportunidades que ellos para formarse en la práctica agrícola o financiera y a menudo son incluso excluidas de la propiedad de la tierra y de la participación.

El chocolate y la deforestación

El cultivo de cacao constituye una de las principales causas de deforestación en muchos de los países productores, especialmente en Costa de Marfil y Ghana.

En los últimos 50 años, Costa de Marfil ha perdido más del 80% de sus bosques por la producción masiva de cacao.

Según el estudio ' Chocolate’s dark secret ' (“El oscuro secreto del chocolate”), gran cantidad del cacao que emplean grandes multinacionales chocolateras  se cultivaba ilegalmente en parques nacionales y otras áreas protegidas.

Deforestación cacao

La producción de cacao es por tanto una amenaza importante a las selvas tropicales en todo el mundo: desde África occidental, hasta Indonesia, el Amazonas o el Congo. Esta amenaza puede traducirse en una pérdida irreversible de biodiversidad y aceleración del cambio climático.

También el uso indiscriminado de agroquímicos en los cultivos pone en peligro no solo la salud de las personas productoras, sino también el rendimiento futuro de las plantaciones y su viabilidad.

Frente al chocolate amargo, ¡chocolate de Comercio Justo!

Podríamos seguir desgranando y detallando las numerosas injusticias que hay detrás de la inmensa mayoría del chocolate en el mundo, pero…

....pensamos que ya es hora de darle la vuelta a este oscuro panorama, y de hablar de alternativas.

Porque existe una alternativa chocolatera que protege a la infancia, pone en valor a las agricultoras, permite que comunidades productoras de chocolate puedan vivir dignamente del cacao, con salarios decentes, protegiendo la biodiversidad y generando beneficios para sus comunidades: el chocolate de Comercio Justo.

¿Quién mejor que el pequeño Max para contarte cómo el chocolate de Comercio Justo ha cambiado la vida de su comunidad?

¡Dale al play y sube el volumen!:

¿Necesitas más razones para pasarte al chocolate de Comercio Justo?

Granos de cacao
  • Es de una gran calidad, está cultivado sin pesticidas ni aditivos químicos y… ¡está delicioso!

  • No solo asegura la ausencia del trabajo infantil, sino que se combate directamente las causas que lo provocan: al proporcionar ingresos más estables a las familias agricultoras, evita que tengan que recurrir a la fuerza de trabajo de sus hijos e hijas en los meses de cosecha.

  • La comercialización del cacao a través de los canales de Comercio Justo permite la puesta en marcha de proyectos comunitarios: escuelas, formación de profesorado local, capacitación técnica, inversión en salud…

  • Se cultiva protegiendo la biodiversidad y según los criterios de la agricultura ecológica. Elegirlo es una forma directa de combatir el cambio climático.

  • La relación entre los grupos productores de cacao de Comercio Justo y las importadoras es horizontal, transparente y participativa, y no se sostiene en el abuso de poder y acumulación de beneficios en manos de unas pocas empresas (que es lo que favorece el chocolate convencional).

  • El Comercio Justo permite una mayor autonomía y empoderamiento de las personas productoras y reconoce y dignifica su trabajo.

  • Apostar por elegir chocolate de Comercio Justo en tiendas de la red de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo como nuestra tienda, es apoyar una alternativa que pone en el centro a las personas y al cuidado del planeta (Si te quedas con más ganas de saber ¿Qué es el Comercio Justo? y conocer en detalle los criterios en los que se basa, te lo contamos encantadas).

¡Elegir Comercio Justo es construir un mundo mejor y más dulce! Contamos contigo. 

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